Que extension ocupaba el Imperio Bizantino?

¿Qué extensión ocupaba el Imperio Bizantino?

Origen del imperio bizantino Durante el mandato del emperador Justiniano (527 a.C), el Imperio bizantino ocupaba partes de lo que hoy es África, Egipto, España, Italia, Turquía, Croacia, Asia Menor y otros territorios.

¿Qué logro el Imperio Bizantino?

A lo largo de diez siglos, los bizantinos, que eran en realidad una pluralidad de pueblos, lograron fusionar la cultura de los griegos y romanos, los elementos religiosos de cristianos y paganos y las costumbres occidentales y orientales.

¿Que aporte hizo el Imperio bizantino a Occidente?

Durante mil y tantos años Bizancio defendió a Europa contra la marea asiática; educó a los árabes y a los eslavos; encendió la antorcha del renacimiento en el Occidente; y despertó el sentimiento de libertad en los pueblos balcánicos.

¿Cuáles fueron los inicios del Imperio bizantino?

Los inicios del Imperio bizantino se remontan a la decisión del emperador romano Constantino I de trasladar la capital del Imperio romano de Roma a Bizancio, el 11 de mayo de 330. El nombre popular de Constantinopla o ‘Ciudad de Constantino’ pronto sustituyó a la elección oficial del propio emperador de ‘Nueva Roma’.

¿Cuáles son los aportes del Imperio bizantino a la humanidad?

Aportes del Imperio Bizantino a la humanidad. Entre los aportes principales de esta potencia al mundo entero se pueden nombrar: Debido a que fue un imperio que gobernó por casi un milenio, su estructura e influencia estabilizó al continente europeo.

¿Cuáles fueron las personalidades del mundo bizantino?

Muchas de las personalidades del mundo bizantino, incluyendo algunos emperadores, eran de origen armenio: Juan Axuch, amigo personal y principal ministro del papa Juan II, era un turco seldjúcida; Romanos, el mejor himnógrafo de la Iglesia Ortodoxa, sirio; Gregorio Pakurianos, comandante en jefe del ejército bizantino en el siglo XI, de Georgia.

¿Cuáles fueron las características de los emperadores bizantinos?

Los emperadores bizantinos o basileus (o basilissa en los casos más raros de emperatrices) residían en el espléndido Gran Palacio de Constantinopla y gobernaban como monarcas absolutos sobre un vasto imperio. Como tal, el basileus necesitaba la asistencia de un gobierno experto y de una burocracia extensa y eficiente.