Como afecta el monoxido de carbono a la capa de ozono?

¿Cómo afecta el monoxido de carbono a la capa de ozono?

Todos sabemos que el dióxido de carbono (CO2) es uno de los principales culpables del cambio climático, pero una sustancia de la que se habla menos aunque es mucho más dañina, está causando estragos en la atmósfera terrestre. Se trata del CFC-11, un poderoso gas de efecto de invernadero que destruye la capa de ozono.

¿Qué son los freones en química?

Glosario de Ciencia-Ficcion – F – Freones. Sustancias químicas derivadas de los hidrocarburos, en los que parte o todos los átomos de hidrógeno han sido sustituidos por átomos de flúor o de cloro.

¿Cuáles son los gases hidrofluorocarbonos?

– Los hidrofluorocarbonos (HFC) son gases empleados en aires acondicionados y sistemas refrigerantes cuyo gran potencial de calentamiento tiene un grave impacto en el efecto invernadero, motivo por el que casi 200 países han firmado hoy un acuerdo para su eliminación progresiva.

¿Qué son los hidrofluorocarbonos?

Los hidrofluorocarbonos (HFCs) son el grupo más común de gases fluorados. Los HFCs son empleados en varios sectores y equipamientos como sustancias refrigerantes. Principalmente podemos encontrar estos gases en sistemas de refrigeración y aire acondicionado, bombas de calor, como agentes espumantes, en extintores de incendios,

¿Cuál es la presencia de sustancias químicas agotadoras de la capa de ozono?

Estaciones de monitoreo de la atmósfera descubrieron el aumento de la presencia de sustancias químicas agotadoras de la capa de ozono (SAO).

¿Dónde se ubica el ozono?

Gran parte del ozono se ubica en la parte superior de la atmósfera llamada estratósfera, a más de 10 kilómetros por encima de la superficie de la Tierra. El 90\% del ozono atmosférico se ubica en la “capa de ozono” que nos protege de los rayos ultravioletas dañinos que emite el sol.

¿Qué es el ozono atmosférico?

El 90\% del ozono atmosférico se ubica en la “capa de ozono” que nos protege de los rayos ultravioletas dañinos que emite el sol. A mediados de la década de 1970 se comprobó que algunos de los productos químicos producidos por el ser humano destruían el ozono, agotando la capa de este componente.