Como se puede ver el universo?
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¿Cómo se puede ver el universo?
Entre ellos destacan: los telescopios y radiotelescopios, las sondas espaciales y las naves tripuladas. Los telescopios ópticos recogen la luz visible, al igual que nuestros ojos, pero ampliamente magnificada, pueden fotografiar planetas, estrellas y galaxias.
¿Cómo funcionan los púlsares?
Los púlsares son estrellas de neutrones con un intenso campo magnético que giran sobre sí mismas y emiten, a través del cosmos, pulsos de radiación regulares en dos haces simétricos. Si dichos haces quedan alineados con la Tierra, parecerán proyectar una luz intermitente como la de un faro a medida que gira.
¿Cómo se sabe que hay más galaxias?
Pero existen muchas otras galaxias, además de la nuestra. El Telescopio Espacial Hubble observó una pequeña porción del espacio durante 12 días y descubrió 10 000 galaxias de todo los tamaños, formas y colores. Algunos científicos creen que podría haber unos cien mil millones de galaxias en el universo.
¿Qué son los púlsares y para qué sirven?
A los púlsares se les conoce también como los faros del universo, ya que guardan un inquietante parecido con los faros que se utilizan en las zonas costeras a lo largo de todo el mundo para orientar a los barcos en mitad de la oscuridad de la noche.
¿Cuándo se descubrieron los pulsares?
Los pulsares fueron descubiertos en 1967 por Anthony Hewish y Jocelyn Bell en el observatorio de radio astronomía en Cambridge. Se conocen muchas estrellas pulsantes, pero sólo dos, la Pulsar del Cangrejo, y la Pulsar de la Vela, emiten pulsos visibles detectables.
¿Por qué los colores de nuestros ojos pierden intensidad?
Si de nuestros ojos dependiera, con el paso de los años los colores del mundo que vemos perderían intensidad como en una foto antigua, hasta virar casi a blanco y negro. Y todo porque los receptores que perciben el color, llamados conos, pierden sensibilidad con la edad y se vuelven menos eficaces.
¿Por qué los ojos se abren?
Esta respuesta universal tiene que ver con la regulación de la entrada de la luz a los ojos, de acuerdo con Adam Anderson, neurocientífico de la Universidad de Toronto (Canadá). Si algo nos asusta, los ojos se abren para aumentar la sensibilidad, expandir el campo de visión y detectar mejor el peligro.