Por que el sol se enamoro de la Luna?
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¿Por qué el sol se enamoró de la Luna?
“Cuenta la leyenda que dos jóvenes llamados Luna y Sol se enamoraron locamente el uno del otro. Afrodita, diosa de la belleza y del amor, sintió celos de que una pareja de mortales pudiera quererse de una forma tan intensa y bajó desde el Olimpo para demostrar que su romance no era verdadero.
¿Qué significa que a una persona le gusta la Luna?
En el caso de la selenofilia, simplemente se trata de una cierta atracción intelectual y artística hacia la Luna, no un deseo de carácter sexual hacia este satélite.
¿Cómo es la historia del sol y la Luna?
Leyenda de México para niños – Cómo se formaron El sol y la luna. Cuenta la leyenda que cuando la tierra estaba en la oscuridad, era siempre de noche. Los más poderosos, que vivían en el cielo, se reunieron para crear el Sol y que hubiera luz en la Tierra. Se citaron en Teotihuacán, una ciudad que había en el cielo.
¿Qué pasó con la Luna y el sol?
¡El brillo! Quedó decidido también que el Sol iluminaría el día y que la Luna iluminaría la noche, siendo así, estarían obligados a vivir separados. Les invadió una gran tristeza y cuando se dieron cuenta de que nunca más se encontrarían, LA Luna fue quedándose cada vez más angustiada.
¿Por qué la Luna alumbra el cielo?
En otras, alumbra solamente un poco y las menos, cuando está muy feliz y pletórica, alumbra el cielo como si estuviera preñada por el amor del mismo Sol. El Sol sintiéndose un poco culpable de haber renunciado a su amor verdadero a cambio de su título, fue a hablar con Dios y le contó que la Luna estaba deprimida.
¿Qué le pasó a la Luna cuando renunció a su amor verdadero?
El Sol sintiéndose un poco culpable de haber renunciado a su amor verdadero a cambio de su título, fue a hablar con Dios y le contó que la Luna estaba deprimida. « Ya sabes como son las mujeres», le dijo.
¿Por qué la Luna se niega a alumbrar?
La Luna, sin embargo, se sintió traicionada por la actitud del Sol y algunas noches se niega a alumbrar. En otras, alumbra solamente un poco y las menos, cuando está muy feliz y pletórica, alumbra el cielo como si estuviera preñada por el amor del mismo Sol.