Que comen las focas de Galapagos?
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¿Qué comen las focas de Galápagos?
Se alimentan sobre todo de cefalópodos y peces linternas, en aguas profundas y exclusivamente en la noche, cuando su presa está más cerca de la superficie.
¿Cuánto pesa un lobo marino de Galápagos?
El lobo marino es uno de los animales más emblemáticos de Galápagos, con una altura de 1.50 a 2.50 m (60-100 in) y un peso de hasta 250 kg (550 lb). Estos lobos marinos, más pequeños y sociables, son diferentes de sus parientes en California.
¿Cuántos lobos marinos hay en el Ecuador?
Según un registro de lobos marinos efectuado en 1978, se contabilizaron alrededor de 40 000 ejemplares. En la actualidad, la cifra bordea los 16 000. Por eso los efectos de un posible fenómeno de El Niño serían muy graves para la biodiversidad de las islas Galápagos.
¿Cuál es el hábitat de la foca?
El hábitat de la foca Pueden hallarse focas en diversos espacios. Aunque algunas especies pueden habitar en zonas cálidas con abundancia de sol, la mayoría se hallan en las regiones frías de la Antártida. Es precisamente su capa de grasa corporal lo que les permite mantenerse a salvo en el hielo.
¿Cuánto viven las focas?
¿Cuánto viven las focas? La esperanza media de vida de una focano es exactamente igual en todas sus especies, pero podríamos dar un dato orientativo alrededor del cual se encuentra la media de estos animales. Las focas machos que viven en libertad lo hacen un promedio de 20 años de vida como máximo.
¿Por qué las focas viven en las regiones más cálidas?
Las focas que viven en las regiones más cálidas pueden encontrar que las temperaturas más cálidas reducen las corrientes de agua fría, se basan en estas corrientes que les traen el alimento para comer. La mayoría de las focas viven donde existe agua salada, les encanta bucear profundamente con el fin de encontrar la mejor selección de pescado.
¿Cuál es el peligro de las focas?
Las excepciones se presentan cuando animales como el oso polar, por ejemplo, están muy hambrientos y las atacan para sobrevivir. El peligro más contundente que enfrentan las focas es el ser humano, quien destruye su hábitat, dejándolas sin alimento y, en ocasiones, heridas.