Que hipotesis describen la formacion de la Luna?
Tabla de contenido
¿Qué hipótesis describen la formación de la Luna?
La teoría del gran impacto La teoría más aceptada hoy en día por la comunidad científica para explicar la formación de la Luna es la llamada hipótesis del gran impacto.
¿Qué es la hipótesis de Álvarez?
Hipótesis de Álvarez y colaboradores Plantearon la así llamada «hipótesis Álvarez» o «hipótesis de Álvarez», conforme a la cual la extinción de los dinosaurios y de muchas otras formas de vida habría sido causada por el impacto de un gran meteorito contra la superficie de la Tierra hace 65 millones de años.
¿Qué efectos crees que podría generar la caída de un asteroide sobre el planeta Tierra?
Un nuevo estudio ha explorado siete efectos asociados con los impactos de asteroides: calor, ondas expansivas de choque, escombros voladores, tsunamis, ráfagas de viento, sacudidas sísmicas y cráteres, y ha estimado su letalidad para diferentes tamaños.
¿Cuál es el impacto de un asteroide en nuestro clima?
El impacto de un asteroide hace 2.200 millones de años pudo haber producido cambios significativos en nuestro clima. Un grupo de científicos determinó que el cráter dejado por la colisión de un asteroide en lo que es hoy Australia es el más antiguo del mundo, y cree que esto explicaría cómo nuestro planeta superó la primera Edad de Hielo.
¿Qué le pasó a la atmósfera cuando el asteroide golpeó la capa de hielo?
Utilizando modelos computacionales, el equipo calculó que el asteroide golpeó una capa de hielo de kilómetros de espesor que cubría la Tierra. El evento habría liberado volúmenes enormes de vapor de agua, un gas de efecto invernadero, en la atmósfera.
¿Cuál fue el impacto de la colisión entre un meteorito y un cometa?
La colisión se produjo cuando un meteorito, asteroide o cometa de unos diez kilómetros de largo, atravesó la atmósfera e impactó a 75 000 km/h, frente a las actuales costas del estado de Yucatán en México .
¿Qué es un cráter de impacto no volcánico?
Pero en 1979 los geólogos Glen Penfield y Antonio Camargo, trabajando para la misma empresa, volvieron a revisar aquellos datos y concluyeron en 1981 que la formación geológica situada en la costa mexicana se trataba de un cráter de impacto, no volcánico. Estos geólogos estimaron su diámetro en unos 180 km. En 1987 y 1990 se dieron dos pasos más.