Que provoca la lluvia acida en los peces?
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¿Qué provoca la lluvia acida en los peces?
Las moléculas ácidas en el agua provocan el desarrollo de mucus en las agallas y esto impide a los peces absorber oxígeno. En la medida que el desarrollo de mucus se incrementa, finalmente el pez muere asfixiado. Adicionalmente un bajo pH habrá de desplazar el balance de sales en el tejido de los peces.
¿Qué es la lluvia acida por un volcán?
La lluvia ácida se produce cuando los gases derivados de la quema de combustibles o, como es el caso, de la erupción de un volcán, reaccionan con el oxígeno de la atmósfera y el vapor de agua.
¿Cómo afecta la lluvia ácida a las poblaciones cercanas al volcán?
Los especialistas del Observatorio Vulcanológico del Ingemmet (OVI) realizaron estudios que determinaron que la lluvia ácida que cae en zonas cercanas al volcán Sabancaya, ubicado en la provincia arequipeña de Caylloma, no afecta a la población local.
¿Cuáles son las consecuencias de la lluvia ácida?
La lluvia ácida tiene muchas consecuencias nocivas para el entorno, pero sin lugar a dudas, el efecto de mayor insidia lo tiene sobre los lagos, ríos, arroyos, pantanos y otros medios acuáticos.
¿Cómo afecta la lluvia ácida a los acuíferos?
La lluvia ácida eleva el nivel acídico en los acuíferos, lo que posibilita la absorción de aluminio que se transfiere, a su vez, desde las tierras de labranza a los lagos y ríos. Esta combinación incrementa la toxicidad de las aguas para los cangrejos de río, mejillones, peces y otros animales acuáticos.
¿Cómo afecta la lluvia ácida a los árboles?
La lluvia ácida roba los nutrientes esenciales del suelo y libera aluminio, lo que dificulta la absorción del agua por parte de los árboles. Los ácidos también dañan las agujas de las coníferas y las hojas de los árboles. 9 de septiembre de 2010.
¿Cómo afecta la lluvia ácida a los bosques?
La lluvia ácida también contamina selvas y bosques, especialmente los situados a mayor altitud. Esta precipitación nociva roba los nutrientes esenciales del suelo a la vez que libera aluminio, lo que dificulta la absorción del agua por parte de los árboles. Los ácidos también dañan las agujas de las coníferas y las hojas de los árboles.