Que tipo de radiacion ayuda a la confirmacion de la teoria del Big Bang?

¿Qué tipo de radiación ayuda a la confirmación de la teoría del Big Bang?

La confirmación observacional de esta teoría del llegó en 1965 con el descubrimiento de esa radiación de fondo de microondas, que hoy en día conocemos como ‘el eco del Big Bang’, que predijo el equipo de Gamow.

¿Que sucedió con la radiación cósmica de fondo del Big Bang?

La radiación del fondo cósmico de microondas y el corrimiento al rojo cosmológico se consideran conjuntamente como la mejor prueba disponible para la teoría del Big Bang. El descubrimiento del CMB a mediados de los años 1960 redujo el interés en alternativas como la Teoría del Estado Estacionario.

¿Qué pruebas tenemos del Big Bang?

LEER:   Que sucedio el 24 de marzo de 1976 en Argentina?

Estas son: la expansión del universo que se expresa en la ley de Hubble y que se puede apreciar en el corrimiento hacia el rojo de las galaxias, las medidas detalladas del fondo cósmico de microondas, y la abundancia de elementos ligeros.

¿Cuál es la temperatura de la antena del Big Bang?

Si había una radiación procedente de las proximidades del ‘Big Bang’, concluyó Dicke, ésta debía corresponder a una temperatura por debajo de los 20 Kelvin (253 grados Celsius bajo cero). Penzias y Wilson ante su antena | Bell Labs.

¿Qué es la teoría del Big Bang?

La teoría del Big Bang predice una forma muy específica del espectro de la radiación cósmica de fondo: éste debe ser el espectro característico de un cuerpo en equilibrio termodinámico.

¿Quién descubrió la radiación que llenaba el mundo?

Arno Penzias mencionó el extraño descubrimiento al físico Bernie Burke que, casualmente, estaba muy al tanto de los trabajos de Robert Dicke en Princeton. Penzias y Wilson se entrevistaron enseguida con Dicke y fueron entonces conscientes de que habían detectado la radiación que, poco después del Big Bang, llenaba el Universo.

LEER:   Cuantos anos tiene la Fuerza Aerea Argentina?

¿Cómo se descubrió la radiación de fondo?

En 1989, la NASA envió al espacio la sonda COBE para estudiar más en detalle la radiación de fondo y, en 1992, los investigadores principales de la misión, John Mather y George Smoot, anunciaron la detección de pequeñas irregularidades o «arrugas» en dicho fondo. Las observaciones del COBE fueron un éxito total.