Vida

Quien tiene la culpa de la lluvia acida?

¿Quién tiene la culpa de la lluvia ácida?

La culpa de esta dañina y perjudicial lluvia es atribuíble exclusivamente al ser humano, que emite óxido de nitrógeno y el dióxido de azufre de sus fábricas, centrales eléctricas, coches, etc. Los efectos da la lluvia ácida pueden llegar a ser devastadores.

¿Como la lluvia se vuelve más ácida?

La lluvia ácida es una de las consecuencias de la contaminación atmosférica. Los gases procedentes de la quema de combustibles reaccionan con el oxígeno del aire y el vapor de agua, transformándose en ácidos que se depositan sobre la superficie terrestre a través de las precipitaciones.

¿Cuáles son los lugares donde cae la lluvia ácida?

¿Qué es la lluvia ácida? Es allá precisamente, en las nubes, donde surge el problema: esos gases, al mezclarse con el agua (H2O), forman ácido sulfúrico y ácido nítrico que luego caen al suelo con la lluvia, donde causan los estragos antes mencionados.

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¿Cómo se produce la lluvia ácida?

Dichos ácidos se disuelven en las gotas de agua de las nubes y caen a la superficie terrestre mediante la denominada lluvia ácida, que puede presentarse también en forma de nieve o niebla. Los contaminantes entran en contacto con los gases de la atmósfera y el vapor de agua.

¿Cómo afecta la lluvia ácida al patrimonio?

La lluvia ácida también afecta al patrimonio artístico, histórico y cultural. Además de corroer los elementos metálicos de edificios e infraestructuras, deteriora el aspecto externo de los monumentos al depositarse sobre ellos.

¿Cómo afecta la lluvia ácida a los árboles?

La lluvia ácida roba los nutrientes esenciales del suelo y libera aluminio, lo que dificulta la absorción del agua por parte de los árboles. Los ácidos también dañan las agujas de las coníferas y las hojas de los árboles. 9 de septiembre de 2010.

¿Cómo afecta la lluvia ácida a los bosques?

La lluvia ácida también contamina selvas y bosques, especialmente los situados a mayor altitud. Esta precipitación nociva roba los nutrientes esenciales del suelo a la vez que libera aluminio, lo que dificulta la absorción del agua por parte de los árboles. Los ácidos también dañan las agujas de las coníferas y las hojas de los árboles.